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¿Y usted ya sabe cuál es su personalidad?

Algunas personas aman experimentar la velocidad o las alturas, y hasta invierten una fortuna por sentirlas al límite. Otros harán todo lo posible por evitar someterse a esas situaciones, aunque les paguen. Hay individuos que se preocupan por ahorrar para una casa, mientras otros se gastan la quincena tan pronto llega. ¿A qué se deben esas diferencias?

Esto lo estudia la psicología de la personalidad, que ha sido abordada por filósofos, médicos y psicólogos que desde la antigüedad se han interesado por su complejidad, según dice Nora Helena Londoño, doctora en psicología asociada a la Universidad San Buenaventura y quien ha trabajado con validación y construcción de instrumentos para estudiarla.

Su línea de investigación ha estado enfocada en perfiles cognitivos y psicopatología. Dice que la personalidad habla de lo estable e integrativo, y que “se define como un patrón complejo de características psicológicas como pensamientos, comportamientos, emociones que casi siempre se configuran en la infancia y que permanecen estables y difíciles de cambiar”.

Por su parte, Daniel Nettle, biólogo e investigador de comportamiento de la Universidad de Newcastle, que integra la psicología con la biología evolutiva y comparativa, aseguró a la revista New Scientist que además de que el componente genético es sustancial para la personalidad, las circunstancias, sin duda, juegan un papel clave: “Parte del comportamiento humano se explica fácilmente por el contexto social; por ejemplo, las personas que viven en un entorno peligroso generalmente piensan de una manera más a corto plazo. Otras variaciones son simplemente caprichos”.

Así, el asunto que parece responder a la pregunta por las formas sistemáticas en que difieren los individuos, se conoce como los rasgos de personalidad.

A medida que la investigación se valida más con herramientas del método científico, y luego de que incluso teóricos recientes como Hans Eysenck fueran en parte influenciados por Hipócrates, con su teoría de los cuatro tipos de personalidad (sanguíneo, flemático, melancólico y colérico), aparecen otros como Raymond Cattell, quien planteó el rasgo como elemento fundamental.

Eysenck y Cattell, contemporáneos, son pioneros en los estudios sobre personalidad e hicieron sus aportes en la teoría de los rasgos.

El rasgo está dentro de los estudios de Nora Helena Londoño, pues hace parte de los perfiles cognitivos. “Este representa”, según la investigadora de la San Buenaventura, “tendencias reactivas generales y nos indica características de conducta del individuo que son relativamente permanentes. Implica una configuración y regularidad de conducta a lo largo del tiempo”.

Estar bien rodeado

Los cinco rasgos de personalidad, un modelo que domina la investigación psicológica y social moderna se conforman a través de procesos biológicos en gran parte y también de la experiencia que el individuo haya tenido en diferentes etapas de la vida.

Esto último “implica la interacción con una cultura, el lugar de nacimiento y el contexto que aporta el complejo sistema de creencias, que son las que vamos persiguiendo o no en la manera en que nos relacionamos con otros”, agrega la psicóloga.

Es decir, los rasgos tienen un efecto medible en el bienestar o la patología. Aquellas personas que han tenido experiencias traumáticas podrían agudizar sus rasgos paranoicos o si por el contrario han tenido experiencias protectoras en el desarrollo de su estructura social y familiar, tendrán repercusiones positivas en su desarrollo.

Es importante identificarlos, hacen parte de lo que se es. Cuanto mejor conozca su personalidad, más consciente estará de los costos y beneficios. Una de las maneras de conocerlos es haciendo un test de personalidad, pero no cualquiera ni el primero que encuentre en una revista del corazón. O recurra a algunos como el de 16personalities, basado en las teorías de Eysenck y Cattell. Mejor si lo acompaña un terapeuta.

Así, hasta cierto punto, puede cambiar quién es, pero sería mejor que reconociera que para casi cualquier perfil de personalidad, existe un entorno óptimo.

Entonces, si la suya le causa dolor, intente cambiar el nicho que ocupa en este complejo ecosistema que es la vida moderna.

Cinco rasgos de la personalidad, ¿con cuál se identifica más?

Experiencia: Enérgico vs. reservado

Determina cómo se ve el mundo y se procesa la información.

Los individuos observadores son muy prácticos, pragmáticos y tienen los pies en la tierra. Tienden a tener hábitos fuertes y se centran en lo que está sucediendo o ya pasó.

Estos se enfocan en el mundo real y las cosas que suceden a su alrededor. Les gusta ver, tocar, sentir y experimentar, y dejar las teorías y posibilidades a los demás.

Quieren concentrarse en el presente, en lugar de preguntarse por qué o cuándo algo podría suceder.

En consecuencia, las personas con este rasgo tienden a ser mejores al tratar con hechos, herramientas y objetos concretos en lugar de hacer una lluvia de ideas sobre posibilidades o eventos futuros.

Los intuitivos son de mente abierta y curiosa. Prefieren la novedad sobre la estabilidad y se centran en los significados ocultos y las posibilidades futuras.

Las personas con el rasgo intuitivo prefieren confiar en su imaginación, ideas y posibilidades. Sueñan, fantasean y se preguntan por qué las cosas suceden de la manera en que lo hacen, siempre sintiéndose un poco desapegados del mundo real y concreto.

Apertura: Introversión vs extraversión

Este aspecto muestra cómo interactuamos con el mundo exterior, incluidas las personas, los objetos y las actividades que lo rodean.

Es seguro decir que la extraversión y la introversión son probablemente las nociones más antiguas en la historia de las teorías de la personalidad. Se ha observado durante mucho tiempo que algunas personas son expresivas, sociables y cómodas para interactuar con su entorno, mientras que otras son reservadas, calladas y más cómodas solas. Es como si los primeros disfrutasen sinceramente de comprometerse con el mundo externo y recargarse comunicándose con otras personas, y estos últimos prefieren confiar en sí mismos y en su propio mundo interno en lugar de buscar estimulación desde el exterior.

Los individuos introvertidos prefieren actividades solitarias y se agotan por la interacción social. Tienden a ser bastante sensibles a la estimulación externa (por ejemplo, sonido, vista u olfato) en general.

Los individuos extrovertidos prefieren las actividades de grupo y puede entrenar por la interacción social. Tienden a ser más entusiastas y más fácilmente emocionados que los introvertidos. Tienden a hacer conocido lo desconocido rápidamente, así como a buscar estímulos.

Compromiso: decidido vs. prospectivo

Este aspecto refleja el enfoque de trabajo, planificación y toma de decisiones.

Esto afecta más que solo los calendarios: en su esencia, esta escala determina la actitud hacia la certeza y la estructura en sus vidas, tanto a nivel mental como físico.

Los decisivos son exhaustivos y organizados. Valoran la claridad, la previsibilidad y el cierre, y prefieren la estructura y la planificación a la espontaneidad. Tienden a tener una ética de trabajo fuerte, poniendo sus deberes y responsabilidades por encima de lo demás. La gente prospectiva es buena para improvisar y detectar oportunidades. Tiende a ser inconformista, flexible y relajada, prefiere mantener sus opciones abiertas. Los individuos con este rasgo son conscientes de que la vida está llena de posibilidades y son reacios a comprometerse con algo que podría ser una opción inferior en el futuro. Es probable que se centren en lo que los hace felices en comparación con lo que esperan sus padres, empleadores o maestros.

Agradabilidad: lógica vs. sensibilidad

Este aspecto determina cómo se toma decisiones y sobrellevan las emociones. Si bien todos tienen sentimientos, existen diferencias significativas en cómo se reacciona frente a ellos y qué papel desempeñan en sus vidas. Esto luego influencia una cantidad de otras áreas, principalmente relacionadas con las interacciones. Las personas más lógicas se enfocan en la objetividad y la racionalidad, no priorizando las emociones. Quienes tienen este rasgo confían en su cabeza y no en su corazón. Las sensibles son emocionalmente expresivas. En contraste con la anterior, siguen sus emociones y les importa poco ocultarlos. Desde su perspectiva, no hay que temer escuchar los sentimientos más íntimos y compartirlos con el mundo; estos individuos tienden a ser compasivos, sensibles y altamente emocionales. Prefieren cooperar que competir, aunque sería un gran error ver a los tipos sensible como ingenuos o fácilmente influyentes; todo lo contrario, es probable que luchen con uñas y dientes por lo que creen.

Neuroticismo: asertivo vs. turbulento

Este aspecto, que habla de la identidad, apuntala a los demás, mostrando cuán seguros se está de las habilidades y decisiones. En cierto modo, actúa como un sensor interno, reaccionando a la información que se obtiene del entorno, por ejemplo, éxito o fracaso, comentarios de otros o la presión causada por eventos inesperados. Los individuos asertivos son seguros de sí mismos, ecuánimes y resistentes al estrés. Se rehúsan a preocuparse demasiado y no se sobre esfuerzan cuando se trata de lograr los objetivos.

Las turbulentas son autoconscientes y sensibles al estrés. Es probable que experimenten una amplia gama de emociones y sean impulsados por el éxito. Son perfeccionistas y ansiosos por mejorar. Sin embargo, aunque la variante asertiva puede parecer más positiva en la superficie, ese no es siempre el caso; por ejemplo, las turbulentas obtienen mejores resultados en ciertos roles mientras se esfuerzan por lograr metas superiores, mientras que las asertivas no se preocupan mucho por los logros.

Fuente: http://www.elcolombiano.com/tendencias/personalidades-en-las-ultimas-investigaciones-en-psicologia-test-para-conocer-mi-personalidad-NE9017690

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