Una nueva vacuna experimental contra el zika, que han desarrollado investigadores de la Universidad de Texas, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, y el centro estatal brasileño de estudios en salud Instituto Evandro Chagas, se ha probado con éxito en ratones a los que se inyectó una dosis mortal del virus que causa la infección. A lo largo de este año será posible probarla también en seres humanos, de acuerdo con la información facilitada por fuentes oficiales brasileñas.
Ninguno de los ratones a los que se inyectó el virus del Zika contrajo la enfermedad ni la portó en su sangre, a pesar de estar inmunológicamente deprimidos
Los científicos elaboraron la vacuna empleando material genético del virus del Zika, disminuyendo su capacidad de transmitir la enfermedad y matar, pero sin alterar las características del mismo que permiten al sistema inmune de las personas reaccionar frente al virus y producir defensas. Los ratones empleados en los ensayos también fueron modificados genéticamente al retirárseles una proteína que protege al organismo contra infecciones víricas, por lo que hubieran muerto en caso de contraer zika.
Los animales recibieron la vacuna y a los treinta días les inyectaron el virus, y no solo no enfermaron, sino que tampoco portaron la patología en su sangre. Además, no se transmitió a mosquitos que se alimentaron con la sangre de estos ratones. Según ha declarado Pedro Vasconcelos, director del Instituto Evandro Chagas, y uno de los coordinadores del trabajo, la principal ventaja de la nueva vacuna, en comparación con otras que se encuentran más avanzadas, es que resulta eficaz con apenas una dosis.
Tras el éxito demostrado en los resultados de las pruebas realizadas en laboratorio, que se han publicado en la revista Nature medicine, la vacuna se está experimentando ahora en monos, y los investigadores estiman que a finales de este año se podrán comenzar los ensayos clínicos con seres humanos, de forma que el medicamento esté listo para ser comercializado a finales de 2019.