Un estudio internacional, que evalúo las diferencias moleculares y genéticas en 33 tipos de cáncer en más de 10.000 pacientes, reveló cómo se mueve esta enfermedad en el cuerpo y los tejidos.
Por lo general, los cánceres se clasifican según el lugar en que se originan en el cuerpo: cáncer de mama, cáncer de estómago, etcétera. Pero una colaboración llamada ‘Pan-Cancer Initiative’, creada en 2012 en Santa Cruz, California, Estados Unidos, buscó estudiar el cáncer desde un nuevo ángulo: molecular. Los análisis preliminares han mostrado que los cánceres que comienzan en diferentes órganos comparten similitudes a nivel molecular, mientras que los cánceres que se originan en el mismo tejido pueden tener perfiles genómicos muy diferentes.
Ahora, la Iniciativa Pan-Cáncer ha publicado los resultados de un análisis mucho más amplio de datos genómicos y moleculares que caracterizan 33 tipos diferentes de cáncer de más de 10.000 pacientes. Conocido como el Atlas Pan-Cancer, es el análisis cruzado de cáncer más completo hasta la fecha y es el resultado final del programa ‘The Cancer Genome Atlas’ (TCGA), un esfuerzo conjunto del Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés) y el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos.
Los resultados se destallan en 27 artículos publicados este jueves en las revistas ‘Cell’, ‘Cancer Cell’, ‘Cell Reports’ e ‘Immunity’. «Las ideas sobre cómo un tipo de cáncer se relaciona con otra forma de la enfermedad pueden tener implicaciones clínicas reales –subraya el organizador de la Iniciativa Pan-Cáncer, Josh Stuart, profesor de Ingeniería Biomolecular en UC Santa Cruz–. En algunos casos, podemos tomar prestadas prácticas clínicas de enfermedades más conocidas y aplicarlas a cánceres cuyas opciones de tratamiento están peor definidas».
Los principales colaboradores de Stuart en los análisis de Pan-cáncer han sido Christopher Benz, profesor de Cáncer y Desarrollo de Terapias en el Instituto Buck para la Investigación del Envejecimiento y oncólogo clínico en UC San Francisco, y Christina Yau, profesora adjunta de Cirugía en UCSF y científica senior en el Instituto Buck. Stuart y Benz son codirectores del Centro de Análisis de Datos Genómicos del Instituto UCSC-Buck, uno de los siete centros nacionales en la Red de Investigación TCGA.
Trabajando con un equipo internacional de investigadores, realizaron un análisis molecular completo del conjunto de datos de tumores TCGA. Los resultados mostraron que, en función de su composición celular y genética e independientemente de su sitio de origen anatómico, los 33 tipos de tumores podrían reclasificarse en 28 tipos moleculares diferentes, o «agrupaciones».
Mejorar el tratamiento gracias a la clasificación genética y molecular
Casi dos tercios de estos grupos se consideraron heterogéneos, ya que contenían hasta 25 tipos diferentes de tumores histológicos que, tradicionalmente, se tratarían de forma diferente. Estos análisis moleculares y resultados de agrupamiento, ahora también vinculados a puntos finales de resultados clínicos múltiples, están disponibles para médicos e investigadores en todo el mundo a través de un único portal TCGA.
La primera ola de comparaciones entre tumores se completó en septiembre de 2013, cuando Stuart y sus colegas en la Iniciativa Pan-Cáncer analizaron 12 tipos de tumores perfilados por TCGA. Si bien la mayoría de los tumores terminaron siendo agrupados por su tejido de origen, hubo algunas señales comunes de ADN, ARN y proteína que atraviesan esas agrupaciones. Se hizo evidente, cuando encontramos similitudes entre diferentes tipos de cáncer, la gente quería hacer una comparación más completa», relata Stuart.
En 2014, fue coautor de otro documento de Pan-Cáncer en el que los investigadores clasificaron los tumores en subtipos, o grupos, utilizando un análisis estadístico de los datos moleculares del tumor.Mientras que la mayoría de los subtipos de cáncer coincidían con su tejido de origen, algunos de los grupos consistían en tumores que se originaban en diferentes partes del cuerpo. El estudio de 2014 indicó que uno de cada 10 pacientes con cáncer se clasificaría de manera diferente utilizando las nuevas clasificaciones moleculares, y esas diferencias podrían tener ramificaciones sobre qué tipos de opciones de tratamiento o ensayos clínicos deberían estar disponibles para esos pacientes.
Como colíder del grupo de trabajo de Pan-Cáncer para TCGA y el Consorcio Internacional de Genómica del Cáncer, Stuart ha desempeñado un papel integral para asegurar que la investigación recopilada por la colaboración se organizaba bajo un paraguas común y fue supervisada por un solo comité directivo. Stuart ayudó a organizar los 27 documentos del Atlas Pan-Cáncer publicados este jueves en las revistas de ‘Cell Press’.
A su juicio, el trabajo de la Iniciativa Pan-Cáncer hasta ahora se asemeja a un árbol gigante, con raíces que representan diferentes medios de clasificación de tumores, y sub-raíces que se ramifican en cada una de las raíces principales. Esta estructura organizativa proporcionó la base para «grupos de trabajo temáticos», en lugar de grupos basados en el tipo de órgano o tejido.
Stuart y Benz son autores principales de uno de los artículos, publicado en ‘Cell’ y dirigido por Peter Laird del Instituto de Investigación Van Andel, que proporciona una hoja de ruta para otros investigadores que buscan profundizar en los hallazgos de los diversos grupos de trabajo. «Es una encuesta sobre qué tipos de sistemas subyacentes subyacen en los datos. Se trata menos de las implicaciones clínicas, y más acerca de los patrones que hemos encontrado», dice Stuart.
Stuart dice que confía en que una vez que los científicos comiencen a analizar los datos, las implicaciones clínicas no tardarán mucho. «Obviamente, encontrar piezas lógicas procesables de estos mapas raíz es el santo grial –señala–. El hito que alcanzamos con este documento es finalmente poder dar un paso atrás y ver el panorama general«.
El mapa de tumores UCSC, un navegador interactivo desarrollado por Yulia Newton y Adam Novak para ayudar a los investigadores a visualizar los datos, enseña muestras de pacientes en un Interfaz de Google Maps. Wong usó el navegador para recoger un conjunto de 10 paneles en el artículo de ‘Cell’ que ilustra los patrones dominantes encontrados en los datos.
Estos incluyen la célula de origen, la histología molecular, la «raíz» o el estado de diferenciación, las vías genéticas alteradas específicas y el componente del sistema inmune de los tumores. «Observar estos mapas tumorales es como mirar la Tierra desde la órbita por primera vez –pone como ejemplo Stuart–. Ahora, vemos la imagen completa del cáncer y me llena de esperanza de que podamos entender su complejidad finita, no infinita».
Fuente: 8 Abr 2018 – 1:24 PM
Ciencia Plus – Europa Press